Por Elsa Gladys Cifuentes Aranzazu
Ellos, los seres vivos que fueron los primitivos pobladores de América, le ganaron a Colón y en razón a que estaban en plena era del hielo llegó a paso de camello un abuelo cuadrúpedo, llegaron lobos y después caballos; y antes el mamut, bisonte y también perros; llamas, alpacas, vicuñas, guanacos, pájaros en sus diversas especies; flor y fauna en su variedad salvaje, en todo caso ellos llegaron primero y desde siempre han enfrentado las flechas y la variedad de armas que los perseguían y los persiguen, hechas por los humanos de barbas y garras; de pieles desnudas y fuertes expresiones en sus rostros, agrestes y bruscas que por instinto de supervivencia empezaron a exterminar a los primitivos y con ello a desplazar los arboretos naturales convirtiéndolos en habitaciones y el sustento diario.
A esos primitivos pobladores y a esas plantas y especies reservadas de la pacha mama les dedico unas líneas en este día tan especial para llamar la atención de los humanos depredadores que aún no se cansan de crecer sus ansias de colonizar, extraer, derrochar, contaminar, despreciar; y hacer uso indebido de los recursos de la madre tierra.
Es por ello qué o los permitimos regresar a sus hábitats o esto se hará de una forma natural porque ellos quieren retornar a sus cuevas, a sus aguas, a su aire a su tierra. Los sintientes resilientes y sobrevivientes quieren asumir de nuevo los tronos que temporalmente obtuvimos los humanos y mal usamos. Ellos quieren retornar
QUIEREN RETORNAR
Y esos sintientes, sonrientes y crujientes.
Esos salvajes sin equipajes en marchas movilizantes, convocando los adultos y ancestrales arboles; quienes convivían en armonía, sin textos legales ni leyes con decretos, nacían y morían muy longevos; dejando historias amigables e inimaginables y con ello el legado del respeto natural con la Natura, flor y fauna en abundancia y sin arrogancia, colores, sabores y olores era el hábitat de esos primitivos pobladores que siendo dueños con animo solidario y cooperante se respetaban y no se ahuyentaban sin razón.
Llegaron las flechas, las naves por agua y después por tierra y con ello las invasiones de extraños que deforestaron y deforestaron, avanzaron y se fastidiaron, mataron y cortaron los verdes que les estorbaban y pelando los bosques se fueron radicando sin recibir permiso y sí con decomisos perversos fueron los disgustos con asustos y hoy el colmo del descaro, apodando con desvergüenza sus equivocaciones a los fenómenos naturales como del niño y de la niña, tapando que fueron los excesos lo que hoy aún no tiene explicación.
En estas noches de luna llena y en estos días de bellos arco iris que juguetean con la neblina vemos aún a los resilientes arboretos y la inmensa biodiversidad que se resiste a estas acciones salvajes y adversas.
A nosotros los creyentes nos espera una eternidad con fraternidad; y a los que se van quedando encontrarán la oportunidad de ser mas justos y amables con este pedazo de tierra que les abrigará y seguro verán retornar a los primitivos quienes no serán mas fugitivos y con ellos vivirán.
El existir nos invita a persistir, en ser y merecer ser; honrando a la vida y la de ellos los primitivos, la flora, la fauna y la vida toda, hay que vivir y coexistir, hay que sonreír y disfrutar. La naturaleza es sabia, pacifica y tranquila y también nos ha demostrado que ante serias amenazas reaccionan con ira, y lo mejor es respetar y hacer que sea viable la sostenibilidad, garantía única de equilibrio y armonía sin manía, haciendo mejor uso de lo que nos han prestado.
HUMANOS hoy les habla zarcaguadua y me tomo la palabra de los primitivos, de los sintientes, de los hermanos árboles; de las plantas todas, flores y frutos, ellos necesitan y merecen un mejor trato. Ofrezco mi misión presente y de manera decente pido perdón por la incomodidades y arbitrariedades a la pacha mama y ofrendo mis mejores semillas y los buenos propósitos para contribuir con un mejor estar a la casa mayor bendecida por Dios.