Ferney viene de una familia campesina, que le inculcó desde pequeño el amor por el campo y la tierra, pero en el colegio ratificó su deseo de ser Ingeniero Agrónomo, por el enfoque agropecuario que tiene el Instituto Veracruz de Santa Rosa de Cabal donde cursó su bachillerato.
Igual antes de ingresar a la Universidad pensó en otras carreras que le gustaban como el periodismo o la historia, su curiosidad por indagar sobre los acontecimientos del país y del mundo lo llevaron a pensar que estas dos profesiones también podían ser una buena opción.
Pero en grado 10 su colegio realizó un convenio con el SENA y decidió entrar al área agropecuaria, proceso en el que se convenció que su vocación era ser Ingeniero Agrónomo, sumado a que la docente de la facultad de Ciencias Agrícolas, Shirley Palacios visitó su institución para hablar de este programa en UNISARC, las asignaturas, las practicas académicas, entre otros aspectos de interés.
“Elegí UNISARC porque siempre escuché que es una Universidad muy buena, de renombre, además que me brindó la cercanía a mi casa y así no tuve que acarrear con gastos de manutención. Además cuenta con un campus realmente natural, verde y tranquilo”, puntualizó nuestro egresado.
Ferney durante cinco años tuvo la certeza de elegir la profesión correcta, hizo buenas amistades a lo largo de la carrera y tuvo la posibilidad de conocer muchos lugares gracias a las salidas de campo. Recuerda con gran alegría, un viaje al Huila en el marco de la asignatura de riegos y drenajes, donde conoció otros cultivos que por esta zona son escasos, y que lo llevaron a proyectarse para trabajar en otras ciudades colombianas.
Tiene presente a muchos docentes y su lista es larga, porque sabe que cada uno de ellos es una huella indeleble en su trasegar profesional. Por ejemplo, Carolina López y Carlos Andrés Quiceno lo acompañaron en su trabajo de grado y en el proceso de graduación; Shirley Palacios quien sembró su amor por la agronomía; Gerardo Quintero a quien admira por su organización y su amor por la docencia; Luisa Fernanda Cardona, Adriana Restrepo, Adriana Cuervo y Liliana Álvarez, también hacen parte de esos profes a los que lleva en el corazón.
Su práctica empresarial, recomendada por el docente Andrés Patiño, la hizo en la finca La Marina entre las veredas Manzanillo y Guaimaral de Santa Rosa de Cabal, la cual se dedica al cultivo de aguacate. Allí se desempeñó como monitor de plagas y enfermedades y nació su interés en este cultivo por el ámbito productivo a nivel nacional.
Para el año 2020 llega la graduación, como primera promoción en medio de la pandemia y un mes después su primer trabajo como profesional haciendo simulaciones virtuales en agricultura con una empresa de desarrollo de software educativo.
Posteriormente, se unió al equipo de trabajo del convenio UNISARC-CARDER haciendo capacitaciones sobre agricultura de conservación, labores de seguimiento y asistencia técnica, donde aprendió lo que es en sí la agronomía, gracias a esa vertiente del extensionismo rural y el contacto directo con los agricultores.
Actualmente está buscando opciones laborales con empresas exportadoras de aguacate o la Federación Nacional de Cafeteros; pensando en realizar una especialización o maestría en fisiología vegetal, fertilidad de suelos o etnobotánica; proyectándose hacia el futuro con toda la buena actitud que lo caracteriza.
“Recomiendo estudiar Ingeniería Agronómica en UNISARC, porque uno aprende de muchas áreas gracias a las especialidades que manejan cada uno de sus docentes, yo siento que tengo muy buenas herramientas para ejercer mi profesión”.